Monday, August 9, 2010

Timos y estafas de verano con las compañías del gas

Me habría gustado retornar al blog con algo más personal pero me parecía interesante compartir esta experiencia. Aunque el protagonista no soy yo... sino mi madre.

Transcurrió la tarde del viernes 6 de agosto. Mi madre les abrió la puerta a dos comerciales que no se identificaron de que compañía eran y le asaltaron a mi madre con una estupenda oferta del 20% en la luz y 2% en gas sobre lo que ya pagaba. Mi madre flipando e interesadísima, como no! No se en que momento y cuál fue el léxico utilizado por estos cuatreros que le hicieron entender a mi madre que venían de nuestra propia compañía del gas. Seguramente cuando le contaron la milonga que en la siguiente factura no notaría ningún descuento, pero que a partir de la siguiente si. Sin mencionar evidentemente que no iba a ser una factura de otra compañía.

Total, que le empezaron a pedir datos, facturas para arriba y abajo, número de la cuenta corriente, fotocopia del dni,... esto último no ya que mi padre estaba fuera y no tenía el dni. Por lo que le hicieron una foto con el móvil al pasaporte. Le hicieron firmar un contrato y antes de irse tuvieron la desfachatez de pedirle un vasito de agua (gorrones!).

Cuando mi madre se percata que no eran de Naturgas, sino de Gas Natural (no me extraña que se líe con los putos nombres que tienen...), empieza el calvario. Primero llama al número de atención al cliente de Naturgas para enterarse si realmente están mandando comerciales con las ofertas mencionadas. Y que no, que deben de ser de otra compañía. Le dan un par de números de teléfono a los cuales llamar. También llama a Gas Natural para anularlo todo pero para hablar con alguien necesitas tener una factura de Gas Natural, tocate los coj...

Con el disgusto encima se pone a buscar a los comerciales por la calle, por si hay suerte. Y la hay. Los encuentra justo antes de entrar a un portal y ella se les echa encima. Cómo si fuera un espectáculo cirquense la gente se les aproxima por los gritos. Les monta un pollo de aupa que casi acaban llamando a los ertzainas para separar a mi madre del otro caradura que no quería devolverle el contrato. Se escudan diciendo que no le han dicho ninguna mentira y mi madre les acusa de no decirle las cosas con claridad.

El asunto finaliza devolviendole el contrato a mi madre y rompiendolo allí mismo.

La gracia del cambio de compañía le podría haber salido bastante cara a mi madre. Porque habría sido sancionada por la compañía de Naturgas al irse antes de tiempo (estos contratos de permanencia).

Supongo que esos comerciales cobrarán según los contratos que consigan... pero, ¿no hay mejor forma de hacerlo e informando bien? ¿Donde está la ética y la moral en estos actos?

Moraleja: mucho ojo con esas ofertas y descuentos... pero sobretodo, NUNCA deis vuestros datos tan a la ligera. Mi madre creo que ya no va a abrir la puerta ni al cartero después de esto.